En marzo de 1973 la España del régimen franquista,
caracterizada por un férreo anticomunismo, y la República Popular
China anunciaron, para gran sorpresa de muchos, el establecimiento de relaciones
diplomáticas. Se cumple pues en estos días el 50 aniversario del
establecimiento de estas relaciones.
Los antecedentes de las relaciones entre España y China
eran más bien escasos. España había tenido históricamente unas relaciones
relativamente reducidas con China –y con Asia en general–. Por otra parte, la
propia internacionalización de España, y en particular de su economía, eran
limitadas. El contraste con la situación actual, en la que grandes empresas
multinacionales españolas operan con éxito en los mercados internacionales, es
muy marcado. En aquellos primeros años 70 la presencia internacional de
empresas españolas era modesta. España llegaba a China más tarde que otros
países y con menos potencia económica.
En una China que se estaba empezando a abrir al mundo
exterior, y en la que existía un gran desconocimiento sobre éste, el
desconocimiento sobre España, sus capacidades, su realidad en general, era muy
intenso. Seguir
No hay comentarios:
Publicar un comentario