Su elaboración:
El turrón es una masa dulce obtenida por la cocción de miel (o azúcares)
a la que se incorporan almendras peladas y tostadas. A dicha masa se le puede
añadir, o no, clara de huevo para que emulsione. Dicha pasta es posteriormente amasada y
tradicionalmente se le da forma final de tableta rectangular o torta.
La almendra y la miel ya fueron utilizados en Al-Ándalus para la fabricación de numerosos dulces. En la
actualidad gran parte de la repostería española (sobre todo en las regiones del
sur) aún mantiene gran parte de este legado con dulces como el turrón o el mazapán. En el norte de África también se conserva una repostería
tradicional basada en la miel y los frutos secos.
La mayoría de los científicos ubican el origen del turrón en la
península arábiga, esta teoría se apoya en el tratado "De medicinis et cibis
semplicibus" del siglo XI, escrito por un médico árabe, en el cual se habla del
"turun". Los árabes trajeron este postre a las costas del Mediterráneo, en
particular a España y a Italia. La versión española del turrón nace en la
provincia de Alicante alrededor del siglo XV pues en época de Carlos V ya era un dulce famoso.
Una de las primeras menciones escritas al turrón se encuentra en
el drama del literato sevillano Lope de Rueda Los lacayos ladrones, publicada
en 1541: la trama de la obra consiste,
en la riña de un amo con sus criados porque éstos se han comido su libra de turrones de Alicante que estaban
encima del escritorio.
En 1582, un documento del
municipio de Alicante señala que de
tiempo inmemorial, en cada año, dicha ciudad de Alicante acostumbra, para
fiestas de Navidad, pagar (..) sus salarios, parte en dineros y parte en un
presente que se les da, de una arroba de turrones (...).
Con el pasar del tiempo este postre se utilizó siempre más en las
celebraciones y en las tradicionales fiestas de Navidad.
El anónimo Manual de
Mujeres, del siglo XVI, aporta la
primera receta que se conserva para fabricar turrón. En cualquier caso, la costumbre de tomar
turrón en Navidad se encontraba extendida por toda España en el siglo XVI, al
menos entre los sectores más acomodados de la sociedad.
Una carta firmada por Felipe II en 1595 exhorta, para rebajar gastos, a Que en turrón y pan de higos para
presentar la Navidad, prohíbo y mando que no pueda gastar esa mi ciudad [de Alicante] más de cincuenta libras cada año.
Museo del Turrón de Castuera, Badajoz.
La
fábrica de Harinas, edificio de principio de siglo XX, alberga en la actualidad
el Museo del Turrón de Castuera. Se distribuye en cuatro plantas donde
encontramos toda la maquinaria original: las cintas transportadoras de grano,
los molinos, los planchisters... y el testigo del viejo motor que el dueño de
la harinera compró en la Exposición Universal de Barcelona, en 1929.
Esta
fábrica, ejemplo del proceso de industrialización que tuvo la localidad a
principios de siglo, atestigua el carácter decidido de la sociedad castuerana.
El
Museo del Turrón de Castuera conjuga todo el saber de la tradición y el buen
hacer del turronero con un moderno montaje expositivo. A través de modelos
interpretativos, panelería, grafismos, recreaciones de ambiente, un audiovisual
y una cuidadosa selección de objetos originales, cedidos por turroneros de la
localidad, el visitante podrá llegar a conocer y comprender el significado y la
importancia del Turrón en Castuera.
EL TURRÓN Y CASTUERA
En
Castuera, se elabora y comercializa un delicioso dulce: el turrón. Se
desconoce a ciencia cierta cuándo y con quien se introdujo en la localidad. Se
ha hablado de romanos, árabes, cristianos, aunque la hipótesis más verosímil
sea que se comercializó a través de los arrieros, pasando de ser alimento de
los caminantes a producto de venta.
Los
castueranos, gente emprendedora y consciente de sus posibilidades, vieron en el
turrón una fuente importante de ingresos familiares. Empezó así una rica
tradición donde los miembros de familias enteras participaban tanto en el
proceso de elaboración artesanal del turrón como en su posterior venta en las
ferias de las localidades próximas, comenzando por la de Sevilla en abril y
terminando por la de Zafra en octubre. Hoy en día, más de 150 familias siguen
dedicadas a esta labor.
En
la actualidad, el turrón de Castuera constituye un referente identificativo de la
población siendo conocido internacionalmente. Sin embargo ha sufrido cambios en
su proceso de elaboración por la introducción de la industrialización, ello
no le ha impedido que siga conservando sus elementos originales, garantía de su
extraordinaria calidad.