Según una vieja historia, el petirrojo ayudó a la familia del
niño Jesús recién nacido en la primera Navidad en Belén. El pájaro utilizó
sus alas para dar nueva vida al fuego que se apagaba en el establo que era el
alojamiento de la familia. Robin se puso rojo el pecho cuando el fuego lo
quemó.
Hay varias versiones de esta vieja historia navideña. Algunos mencionan que el petirrojo protegió al Niño del calor colocándose entre Jesús y el fuego. También se ha informado que el ave llevó ramas al fuego. Incluso en estas historias, Robin obtuvo el color de su vestido de plumas por el que es conocido.
Y hoy, a muy poquito del día de Nochebuena, nos dejamos llevar por estas bellas historias que en verdad nos hacen soñar...
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