Agnódice nació en el seno de una familia de la alta
sociedad en una Atenas en la que filósofos y legisladores aseveraban la
inferioridad de las mujeres. Su vida se reducía a pasar del hogar paterno a
depender de un marido al que debían servir y darle descendencia. El acceso al
saber les estaba, por supuesto, totalmente vetado. Cuando Agnódice se rebeló
ante esta injusticia, ella, que deseaba con todas sus fuerzas aprender
medicina, recibió el apoyo de su propio padre, quien la ayudó a cambiar su
aspecto por el de un hombre. La única manera que existía de poder aprender sin
alterar el orden establecido. Seguir
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