Puente Romano de Córdoba
Construido a principios del siglo I d.C., durante la época romana,
sobre elrío Guadalquivir (probablemente
sustituyendo a uno más primitivo de madera), tiene una longitud de unos 331
metros y está compuesto por 16 arcos de los 17 que había originalmente. Fue un
importante medio de entrada a la ciudad desde la zona sur de la península
Ibérica por ser el único punto para cruzar el rio sin utilizar ningún tipo de
embarcación. Probablemente la Vía
Augusta que iba desde Roma hasta Cádiz
pasaba por él.
Desde la época de la Reconquista encontramos en un extremo la
torre defensiva de la
Calahorra y en el otro, la Puerta del Puente, realizado por orden
de Felipe II por el arquitecto Hernán Ruiz III en 1572. En el mismo podemos encontrar la
escultura de San Rafael del Puente
Romano, que data de 1651, obra del
escultor Bernabé Gómez del
Río.
Plaza de las Tendillas
La plaza de las Tendillas de Córdoba está situada en
las inmediaciones del antiguo foro romano de la ciudad cordobesa. En la
actualidad es el eje donde se desarrolla y organiza la vida comercial de la
capital al servir como conector de las principales avenidas comerciales como son
las calles de Cruz Conde y Gondomar.
En la actual plaza de las Tendillas, en torno al siglo XIV, se encontraban las casas de la
Orden de Calatrava así como diferentes
pequeñas tiendas, zona cuyo nombre derivó prontamente en las Tendillas de
Calatrava, nombre por el cual ha permanecido hasta la actualidad.
En 1908 comenzó el proceso de formación de la actual
plaza de las Tendillas, ensanchándose del este al oeste de la plaza. En 1923, se procede al derribo del Hotel Suizo.
Cuatro años más tarde en 1927, el Monumento al Gran Capitán, obra de Mateo Inurria, se traslada a su actual
enclave.
Se
reformó por última vez en el año 1999,
siendo inaugurada el 13 de mayo por el alcalde Rafael Merino.
Tras
su remodelación se ha convertido en una plaza peatonal en su practica
totalidad.
Monumento a Manolete.
Cuarto Califa del
Toreo,
es considerado por muchos como uno de los más grandes maestros de todos los
tiempos. Su estilo, elegante y vertical, evolucionó el arte de
lamuleta,
toreando de frente y citando de perfil. Llevó a la máxima expresión la
revolución de José Gómez
«Joselito» y la estética de Juan Belmonte,
que habían transformado el toreo unas décadas antes. Su influencia ha sido
enorme, ya que su estilo se hizo notar en todos los toreros posteriores. En
junio de 1932 tuvo un breve paso por la escuela taurina de Bujalance
(Córdoba).
Tras la muerte del torero cordobés, fue grande el clamor popular para homenajear
al torero más grande que habían dado las tierras cordobesas. En mayo de 1948 se descubre un busto en la Plaza de la Lagunilla donde vivió durante muchos años el torero.
Para ello se compró el busto que el escultor Juan de Ávalos había realizado de Manolete en bronce,
réplica del original de mármol.
Sin embargo, el sentir del pueblo cordobés era la erección de un
monumento al torero, para lo que se abrió una suscripción pública para costear
el mismo. Como ésta no dio sus frutos, el Ayuntamiento propició la celebración
de una corrida de toros que pudiera recaudar fondos para el citado monumento.
El
emplazamiento elegido fue el de la Plaza del Conde de Priego en el Barrio de Santa Marina.
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