Hijo del médico del pueblo, realizó los estudios
primarios en el Colegio San Luis Gonzaga de Tortosa, el Bachillerato
en Tarragona, en 1873, se licenció en Medicina en la Universidad de
Barcelona y, en 1879, obtenía la plaza de médico titular de Tortosa.
Allí comenzó a interesarse por la naciente bacteriología, siguiendo muy de cerca las investigaciones de Pasteur, en su rudimentario laboratorio. En 1884, la Real Academia de Medicina premiaba su Memoria sobre el parasitismo bacteriano y el municipio barcelonés le enviaba a Marsella para que estudiara la amenazadora epidemia de cólera. Convencido de su etiología bacteriana, recién descubierta por Koch, prepara cultivos atenuados de Bacillus virgula con los que logra la primera vacuna de bacteria conocida aplicada al hombre.
Al estallar la epidemia de cólera, en 1885, Ferrán es llamado a Valencia, donde procede a la inoculación masiva de la población de Alcira y de otros lugares. A pesar del éxito obtenido, se desata la polémica; prevalece el criterio de quienes opinan que es peligroso el método ferraniano, y el Gobierno prohíbe la vacunación. Comisiones científicas acuden de todas partes a examinar el controvertido hallazgo. Por desgracia, Ferrán es más genial que convincente; y acaban por emitir dictámenes desfavorables el propio Ramón y Cajal y la comisión francesa presidida por Paul Brouardel. No por eso faltarían partidarios convencidos en España, Francia y Alemania; figuras de la talla de Calmette y Ehrlich rendirían tributo de admiración al procedimiento inmunitario de Ferrán, que había abierto el camino de otras vacunas bacterianas. Seguir
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