AGRADECIMIENTO

Se agradece infinitamente a todos los autores de las imágenes empleadas para elaborar estos singulares sellos de ficción porque, sin ellas no hubiese sido posible. Por la complejidad de su elaboración en muchos casos resulta imposible hacer referencia de los mismos. sellosficcion@gmail.com

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martes, enero 13, 2015

Parque Polvoranca, aves: ( III )


Mirlo
En los bosques y los sotos, su medio natural, los mirlos son aves ariscas que permanecen ocultas. Pero los que viven en contacto con el hombre se han hecho mucho más intrépidos y, desde hace un siglo, experimentan una considerable expansión. Si un gran número de especies ha sufrido graves perjuicios a causa de las actividades humanas, el Mirlo Común ha sabido, por su parte, sacar partido de las mismas sin, por otro lado, caer en un estado de estricta dependencia, como el Gorrión Común. Se encuentra en todas partes a nuestro alrededor, e incluso los más pequeños jardines pueden albergar su nido.

Es un pájaro vivo y agitado. Si se asusta, huye volando raso, lanzando un irritado crescendo. Moderadamente inquieto, se contenta con algunos «tchar-tchar» interrogadores, mientras que al acercarse la noche emite con insistencia unas series de «tic-tic-tic-tic», oculto al abrigo de la maleza. En contraste con este repertorio de gritos discordantes, el canto es de una pureza extraordinaria. 
De entre los zorzales que crían en España el Mirlo Común es el único en el que el plumaje del macho es diferente al de la hembra; el macho es negro, con el pico amarillo, mientras que la hembra es más parda y apagada, más parecida a otros zorzales. Seguir



Garza Real
No hay que fiarse del aspecto petrificado que ofrece la delgada silueta de la Garza Real, inmóvil al borde del agua. La garza no desdeña nada.

La Garza Real cría preferentemente en grupos, en árboles altos. Estas colonias, o «pajareras», reúnen en general algunas decenas, como mucho, de parejas, aunque en otros países, a veces, son mucho más numerosas en regiones de marisma o carrizales. Las «pajareras» del centro y sur de España, donde suelen criar varias especies juntas, tienen un aspecto muy pintoresco, y constituyen un admirable espectáculo con sus idas y venidas, sus querellas acompañadas de roncos gritos y los árboles llenos de grandes aves de color claro.

Relativamente escasa hace 15-20 años en España, la Garza Real ha colonizado nuevas zonas del occidente español y la población ha aumentado sensiblemente en los últimos años. Parece que, después de la cría, las aves se dispersan en todas direcciones y a distancias de uno o varios cientos de kilómetros. En invierno, es ave común en cualquier pantano, charca grande o ribera de río, merced al gran número de individuos que, procedentes de otros puntos de Europa, alcanzan la Península para invernar. Seguir


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