Alexander Fleming nació en Escocia. Trabajó como
médico microbiólogo en el Hospital St. Mary de Londres hasta el comienzo de
la Primera Guerra Mundial. En este hospital trabajó en el Departamento de
Inoculaciones, dedicado a la mejora y fabricación de vacunas o inyecciones y
sueros. Almorth Edward Wright, secretario del Departamento, despertó el interés
de Fleming por nuevos tratamientos para las infecciones.
Durante la guerra fue médico militar en los frentes de
Francia y quedó impresionado por la gran mortalidad causada por las heridas de
metralla infectadas (por ejemplo, gangrena gaseosa) en los hospitales de
campaña. Finalizada la guerra, regresó al Hospital St. Mary donde buscó
intensamente un nuevo antiséptico que evitase la dura agonía provocada por las
heridas. Seguir
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