Este 2025 estamos conmemorando el milenario de la fundación del monasterio de Montserrat por parte de Oliba, abad de Ripoll y de Cuixà y obispo de Vic. La historia nos dices que hacia el año 880 en la montaña de Montserrat había una pequeña ermita dedicada a la Virgen. No fue hasta unas décadas más tarde, en el 1025, cuando un grupo de monjes de Ripoll, enviados por su abad, construyeron un cenobio benedictino al lado de dicha ermita. Nacía así el monasterio de Montserrat, que ha estado siempre marcado por esta doble vertiente: monasterio benedictino y santuario mariano. Es decir, un lugar de oración, de vida evangélica, de peregrinación y de esperanza.
Que el fundador fuera el abad y obispo Oliba, uno de los
promotores más importantes de la paz que hubo durante la Edad Media, ha marcado
profundamente al monasterio de Montserrat a lo largo de su historia. Durante
mil años, Montserrat ha querido ser un lugar de acogida y de encuentro, un
lugar de escucha, de comprensión y de paz. Así, la huella de su fundador
potenciaba el carisma que los monjes benedictinos han intentado vivir desde el
principio de la Edad Media, en el siglo VI. No en vano, uno de sus principales
lemas ha sido siempre: Pax!. Un lema sencillo pero profundo. Seguir
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