Felipe IV y el conde duque de Olivares se
rodearon de sevillanos, amigos de Pacheco. Velázquez partió hacia la corte en
la primavera de 1622. Durante su estancia en ella retrató a Góngora y quizás
consiguió de Olivares la promesa de su protección puesto que un año después
éste le llamó a Madrid para que le hiciera un retrato.
El mismo rey se dejó retratar en una obra que debió de
quedar concluida en 1623. En octubre de ese mismo año Velázquez era nombrado
pintor del rey. La instalación de Velázquez en el alcázar provocó la envidia de
muchos de sus contemporáneos. En esta época el pintor fue acusado de pintar
sólo cabezas. El rey convocó un concurso entre todos sus pintores palatinos con
el tema “la expulsión de los moriscos”. En este concurso compitieron pintores
de la talla de Carducho, Nardi, Caxés, y Velázquez. Éste último logró vencer y
pudo conseguir la plaza de ujier de cámara, zanjando todas las críticas. En
agosto de 1628, Rubens visitó España desde Flandes. Seguir
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