Fue encargado por Melchor de Molina, canónigo regular
agustiniano del Monasterio Nuestra Señora de Cárquere en Lamego (Portugal) para
la Orden de dominicos del Monasterio de la Encarnación y Mina de Zafra, dejando
a la Cofradía de la Caridad como patrona
y mantenedora de misas y capellanías.Es atribuido a Roque Balduque, escultor flamenco, responsable de trabajos en
los retablos mayores de la catedral de Sevilla,
Santa Ana en Fregenal de la Sierra o Santa María la Mayor en
Cáceres. La talla es muy expresiva y
gestual, muy realista,y diseñada para ser contemplada en un altar iluminado con
cirios. Curiosa es la actitud de sus manos con los dedos índices estirados como
si estuvieran bendiciendo. Aunque el primer dato que se tiene de Cristo es de
1573, la talla puede ser anterior a 1561, fecha en la que fallece el autor.
Dicho Cristo acoge una devoción especial cada viernes, ya
que la leyenda lo ampara como Cristo Milagroso.
Dicen que el abad de la Colegiata encargó un mismo Cristo
de igual factura al que iba a ocupar la capilla de la iglesia de los dominicos.
Llegando los dos Cristos al templo mayor de la villa, el abad vio que uno de
los Cristos estaba roto por el brazo izquierdo y ese mismo, fue enviado a los
dominicos. Al día siguiente se comprobó que el Cristo malogrado estaba en
perfectas condiciones, obrándose un milagro. Obviamente, esta historia no deja
de ser leyenda, entre otras cosas, porque hasta 1609 no se establece la
Colegiata, y el Cristo que ocupa el retablo mayor de dicha iglesia, desde 1851,
parroquia de la Candelaria, es de José de Arce(1660).
José María Romero González
Muchas gracias José por tu trabajo y difusión a través de tus sellos. Zafra es una privilegiada de estar en muchos sellos de tu blog. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEnhorabuena
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