Cati, que dispone de una gran colección de trabajos en punto de cruz, es natural de Hinojosa del Duque, en la actualidad reside en Belalcázar.
El punto de cruz hizo su aparición durante el
Medioevo y se difundiò en Europa en el periodo del Renacimiento. Ya en el siglo
XVI empezaron a circular los primeros esquemas, se trataba de diseños y
símbolos típicos y recurrentes: decoraciones florales, heráldicas y religiosas,
llenas de símbolos como cruces, cálices y palomas. Las telas sobre las que se
bordaban no comprendían aún el algodón, sino que eran el lino, seda y lana. También se disponía de pocos hilos de colores.
Durante mucho tiempo el más difundido fue el rojo, capaz
de soportar mejor que los demás los lavados. En los bordados populares de la
Europa Oriental y Central es característico el punto de cruz en dos dimensiones
(sin sombras) con diseños geométricos y florales, normalmente trabajado con
hilos de algodón sobre lino.
En los países anglosajones, el punto de cruz se encuentra
frecuentemente en la confección de cuadros, una tradición que se remonta al
siglo XVIII, cuando se convirtió en el punto favorito para los muestrarios
decorativos.
Los primeros muestrarios representaban simplemente colecciones de puntos de bordados diferentes, trabajados sobre un gran trozo de lino y guardados por los bordadores como modelo. Los muestrarios con el pasar de los años se convirtieron en piezas decorativas, y consistían en una serie de motivos tratados para cenefas. Seguir
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