La obra de la escritora suiza Johanna Spyri, que se
convirtió en una serie de animación icónica para varias generaciones, entra a
formar parte del registro Memoria del Mundo.
Nadie duda de que algunos documentos trascienden un país
y una época y merecen conservarse en el disco duro de la humanidad: la
Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano (1789), las películas de
los hermanos Lumière, los papeles privados de Shakespeare o El Mago de Oz
forman parte del registro documental Memoria del Mundo que custodia la Unesco
(la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura) desde 1992 y tiene como misión la protección documental y ofrecer
garantías de libre acceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario