No hay colores tan vinculados al ciclismo como los del
arcoíris. Significan pureza, victoria y oro. Significan todo para las
carreras de los que se lo llevan. Óscar Freire, Igor Astarloa o Alejandro
Valverde, en ruta. Joan Llaneras o Isaac Gálvez, en la pista. José Antonio
Hermida, en la montaña. Representantes gigantes que se iniciaron con una figura
a la que se despide tras una vida dedicada a la bicicleta. Guillermo
Timoner, fallecido a los 97 años, uno de los padres del ciclismo nacional.
Para describir a Timoner valdría con acudir al
historia. Seis títulos del mundo en pista (medio fondo, 1955, 1959, 1960,
1962, 1964 y 1965), presente en imágenes icónicas como una prueba ciclista en
el Santiago Bernabéu junto a Federico Martín Bahamontes, y siendo el primer
nacional en poder vestir ese arcoíris. Antes de que el ciclismo fuese ciclismo,
prácticamente. Pero el primero de todos, tras ganar sus primera carreras como
adolescente y tomar el mundo. Seguir
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