Francisco de Asís nació bajo el nombre de Giovanni año 1182.
Sus padres fueron Pietro Bernardone y Donna Pica Bourlemont; tuvo al menos un hermano más, de nombre Angelo. Su padre era un próspero comerciante de
telas que formaba parte de la burguesía de Asís y que viajaba constantemente
a Francia a las ferias locales. Entre algunas
versiones, fue la afición a esta tierra por lo que su padre lo apodó después
como Francesco o el francesito; también es probable que
el pequeño fuera conocido más adelante de este modo por su afición a la lengua
francesa y los cantos de los trovadores.
Francisco recibió la educación regular de la época, en la que aprendió latín. De joven se caracterizó por su vida despreocupada: no tenía reparos en hacer gastos cuando andaba en compañía de sus amigos, en sus correrías periódicas, ni en dar pródigas limosnas; como cualquier hijo de un potentado tenía ambiciones de ser exitoso.
Francisco recibió la educación regular de la época, en la que aprendió latín. De joven se caracterizó por su vida despreocupada: no tenía reparos en hacer gastos cuando andaba en compañía de sus amigos, en sus correrías periódicas, ni en dar pródigas limosnas; como cualquier hijo de un potentado tenía ambiciones de ser exitoso.
En sus años juveniles la ciudad ya estaba envuelta en conflictos para reclamar su autonomía del Sacro Imperio. En 1197 lograron quitarse la autoridad germánica, pero desde 1201 se enfrascaron en otra guerra contra Perugia, apoyada por los nobles desterrados de Asís. En la batalla de Ponte San Giovanni, en noviembre de 1202, Francisco fue hecho prisionero y estuvo cautivo por lo menos un año.
Desde 1198 el pontificado se hallaba en conflicto con el Imperio, y Francisco formó parte del ejército papal bajo las órdenes de Gualterio de Brienne contra los germanos.
De acuerdo con los relatos, fue en un viaje a Apulia (1205) mientras marchaba a pelear, cuando durante la noche escuchó una voz que le recomendaba regresar a Asís. Así lo hizo y volvió ante la sorpresa de quienes lo vieron, siempre jovial pero envuelto ahora en meditaciones solitarias.
Empezó a mostrar una conducta de desapego a lo terrenal. Un día en que se mostró en un estado de quietud y paz sus amigos le preguntaron si estaba pensando en casarse, a lo que él respondió: Estais en lo correcto, pienso casarme, y la mujer con la que pienso comprometerme es tan noble, tan rica, tan buena, que ninguno de vosotros visteis otra igual. Hasta ese momento todavía no sabía él mismo exactamente el camino que había de tomar de ahí en adelante; fue después de reflexiones y oraciones que supo que la dama a quien se refería era la Pobreza.
El punto culminante de su transformación se dio cuando convivió con los leprosos, a quienes tiempo antes le parecía extremadamente amargo mirar. Se dedicó después a la reconstrucción de la capilla de San Damián. Según los relatos, lo hizo después de haber visto al crucifijo de esta iglesia decirle: Francisco, vete y repara mi iglesia, que se está cayendo en ruinas. Entonces decidió vender el caballo y las mercancías de su padre en Foligno, regresó a San Damián con lo ganado y se lo ofreció al sacerdote, pero este lo rechazó.
Su padre, al darse cuenta de la conducta de su hijo, fue enojado en su búsqueda, pero Francisco estaba escondido y no lo halló. Un mes después fue él mismo el que decidió encarar a su padre. En el camino a su casa, las personas con que se encontró lo recibieron mal y, creyéndolo un lunático, le lanzaron piedras y lodo.
En este domingo, 4 de noviembre, nuestro espacio filatélico dedica tres sellos al Santo de los Pobres, Francisco de Asís. La vida de este sencillo hombre siempre me llamó la atención, su historia es apasionante, hay un libro, "Sabiduría de un pobre" que es precioso, narra con delicadeza como es el corazón sensible de este hombre de Dios. Otro día dedicaremos un sello a esta obra.
ResponderEliminarEn mi recuerdo está mi buen amigo Vicente, franciscano, a él y a todos los que os sintáis llamados por este sencillo hombre de nuestra historia, estos tres sellos que elaboré con sencillez y cariño
Buenos días D. José:
EliminarAcaba de enviarme mi amiga y colega Mª Angeles su correo, para que viera qué sellos tan preciosos ha hecho dedicados a las matronas (o "comadronas"), al igual que al embarazo, parto y lactancia. Mi marido es tb. matrón y se me ha ocurrido pensar en regalárselos (no se cómo pueden comprarse) y tb. preguntarle si tiene (no he encontrado nada) algo dedicado a la ACUPUNTURA. Es su mayor afición (además de la profesional) y estoy segura que le ENCANTARÍA. Si fuera posible hacer algo al respecto dígame cómo puedo ayudarle o qué debo o puedo enviarle.
Y recuerde decirme cómo conseguir lo de la "comadrona", etc.
Muchas gracias. Un cordial saludo: María Sanz
Francisco es más que el Santo de los Pobres, es el santo de la pobreza como opción. De la pobreza de lo pequeño, pero infinito. Antes que él ya hubo gente que decidieron vivir sin nada, para no tener que temer el perder algo. Sin embargo el santo de Asis es el que le da forma como una herramienta para encontrarse con la trascendencia de las cosas desde lo pequeño y sencillo, desde lo creado con amor y corazón, como herramienta de encuentro con los sustancial subyacente a la vida. Dedicó su vida a reparar iglesias y ermitas, como pequeña contribución a sostener a la Iglesia, que era para él Cristo en la tierra. Podría crear grandes iglesias, pero su misión era reparar las pequeñas.
ResponderEliminarFrancisco entendía que lo pequeño, podría remover lo grande. Por eso no era un seguidor de la escuela cínica filosófica, él creía en el sentido trascendente de sus actos individuales dentro de una comunidad.
Pidió ser enterrado junto a la gente de mal vivir, sin los lujos que le corresponderían por familia. Pero el pueblo de Asis como homenaje construyó una ermita sobre su tumba para darle dignidad. Pero tan sencilla era está que se creó sobre ella una gran iglesia que cubría a la primera. Y no satisfecho con esto, excavaron una cripta para adorar su tumba... Creo que no entendieron su mensaje.
San Francisco nos dejó otra herencia muy suya. Los Belenes. Él inventó la representación mediante figuras del Nacimiento de Cristo para que todos pudieran entender cómo vivió.
En fin, descanse en paz el pobre de Asis.
Gracias Javier, exponer aquí la vida se Francisco es muy largo, pero tu aportación es muy rica. En los tiempos que corren de crisis el pobre de Asis tiene mucho que decirnos.
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