El botafumeiro (literalmente 'echador de humo', en gallego) es uno de los símbolos más conocidos y populares de la catedral de Santiago de Compostela, Galicia (España). Es un enorme incensario bañado en plata que pesa 62 kilogramos vacío y mide 1,49 metros de altura. El botafumeiro anterior pesaba 53 kg, pero en el año 2006, durante las labores de restauración dirigidas por Luis Molina Acedo, se le añadió un baño de plata que incrementó su peso hasta los 62 kg de la actualidad. La cuerda que lo sostiene, atada al crucero de la catedral, es, en la actualidad, de un material sintético, tiene una longitud de 65 m, 5 centímetros de diámetro y pesa 90 kg. Anteriormente las cuerdas estaban hechas de cáñamo o esparto.
El botafumeiro se llena con unos 400 gr de carbón e
incienso, después se ata con fuertes nudos a una larga cuerda que va hasta el
techo del edificio, y se desplaza, mediante un mecanismo de tornos, por la nave
transversal (transepto) de la catedral; para conseguirlo, un grupo de ocho
hombres, que reciben el nombre de tiraboleiros, lo empujan primero para ponerlo
en movimiento, y después tiran cada uno de un cabo de la cuerda para ir
consiguiendo velocidad. Antiguamente el impulso y la parada del mismo se
llevaba a cabo por el tiraboleiro mayor, que además era el que marcaba el ritmo
del impulso. En la actualidad esta figura ya no existe. Seguir
bon camiño
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