Abrázate para liberar tensiones
No hay duda de lo agradable y reconfortante que puede ser
un abrazo. Según varias investigaciones, cuando damos un
abrazo nuestro cuerpo reacciona segregando oxitocina y endorfinas que
reducen los niveles de cortisol y adrenalina, (las hormonas del estrés) y nos
ayudan a sentirnos más relajados, liberando serotonina y dopamina que
contribuyen al bienestar y la calma, además, activamos el sistema
límbico encargado de la regulación emocional, eso contribuye a reforzar
los vínculos afectivos como la confianza o el apego.
Pero no solo tenemos estos efectos que al abrazar a otra
persona o a nuestro compañero, los autoabrazos, esos abrazos que
nos damos a nosotros mismos, también tienen la capacidad de activar
todas estas reacciones tan beneficiosas. A continuación se detallan algunos
de los beneficios físicos que nos ofrecen los abrazos:
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