Nació en Oñate (Guipúzcoa) y se licenció en Medicina en
las Universidades de Valladolid y Madrid en 1886. Comenzó
ejerciendo la medicina en su pueblo natal y tras dos años se desplazó a Madrid
donde obtuvo una plaza por oposición de jefe de sala en el Hospital Provincial
de Madrid además de realizar la tesis doctoral en 1888.
En 1903 fue nombrado profesor agregado de Patología
General de la Facultad de Medicina de Madrid, puesto en el que permaneció hasta
1927.
En la segunda mitad del siglo XIX, la práctica y
enseñanza de la medicina en España adolecía de una visión científica, a
diferencia de lo que ocurría en otros países europeos. No existía la historia
clínica y los diagnósticos se basaban más en puras especulaciones que en la
interpretación de los datos objetivos debido a que la relación del médico con
el paciente era muy superficial. Las facultades de Medicina no realizaban
investigación y no existían grandes estímulos para los alumnos y los médicos
recién licenciados. La irrupción de Madinaveitia supuso una auténtica
revolución en la práctica clínica y en la enseñanza de la Medicina.
En su afán por introducir el método científico en la
medicina realzaba personalmente autopsias a sus pacientes fallecidos ayudado
por el histopatólogo Luis Simarro con el fin de tener un conocimiento
más profundo de las enfermedades. Seguir
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