La ciudad de Arévalo pudo tener origen prerromano o
romano, y sufriría los vaivenes guerreros entre moros y cristianos desde el
siglo VIII al XI. Se sabe que en el año 1082 Alfonso VI toma la población y es
repoblada definitivamente en el 1088 por Raimundo de Borgoña. Arévalo
perteneció al Obispado de Palencia desde el 1090 hasta el año 1140 en que
Inocencio II confirma la posesión al obispo de Ávila.
La repoblación y pujanza alcanzada por la ciudad debió
ser importante, comenzando la edificación de las primeras iglesias y
monasterios, convirtiéndose durante siglos en cabeza de Comunidad de Villa y
Tierra, teniendo bajo su influencia un vasto territorio. Seguir
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