Galeno
nació en el verano del año 129 o 130 d.C. en Pérgamo, Asia Menor, hijo de
padres griegos. Su padre, Aelius Nicón, fue un rico arquitecto, terrateniente y
constructor que además era matemático, astrónomo y literato. Su madre era una
mujer de temperamento irascible, siempre discutiendo con el padre (el mismo
Galeno la comparaba con la esposa de Sócrates, Xantipa), quienes se esmeraron
que su hijo tuviese una buena educación.
Su padre influyó de manera importante para que Galeno
estudiara medicina; se dice que durante el sueño Nicón fue visitado por
Asclepiades (Esculapio) quién le dijo que su hijo debería estudiar medicina y
así fue como Galeno entró muy joven al Aesculapion de Pérgamo, un centro muy
famoso, dedicado a la actividad religiosa y a la ciencia de curar, allí se
concentraban las personas más importantes en las diversas disciplinas de la
ciencia y es donde Galeno aprendió a curar basándose en información sobre
conceptos anatómicos y filosóficos.
A los dieciséis años Galeno decidió orientar su actividad
al estudio de la medicina. Estudió en Esmirna, Corinto y Alejandría, ampliando
sus conocimientos hasta convertirse en el más destacado médico de la antigüedad,
además de Hipócrates. Regresó de nuevo a Pérgamo en el año 157, a los 28 años fue designado como médico de la escuela de gladiadores, cargo que ejerció con
esmero y habilidad por espacio de cuatro años. Donde adquirió gran experiencia
en el arte de curas, tanto en el tratamiento de heridas ("ventanas al
cuerpo") como huesos, articulaciones y músculos.
En el 162 Galeno se trasladó a Roma, también daría cuenta
en esta ciudad de su especial disposición a la hora del tratamiento y la
curación de enfermedades, pronto se hizo célebre por el empleo de una elocuente
retórica en discusiones de carácter público. Galeno fue médico de los
emperadores Marco Aurelio, Cómodo y Septimio Severo, antes de volver de nuevo a
Pérgamo, donde murió en el 216 (otros autores indican el año 200). Seguir
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