Nació en Torrejoncillo del Rey (Cuenca) en 1468, en una
familia hidalga de pocos recursos. En su juventud estuvo al servicio del duque
de Medinaceli, Luis de la Cerda, como paje. Alonso de Ojeda era pariente
cercano de un alto miembro del Tribunal de la Inquisición, de su mismo nombre,
quien le presentó al obispo de Badajoz, también lo fue de Burgos y presidente
de la Junta de Indias, don Juan Rodríguez de Fonseca.
Participó en la toma de Granada, donde dejó constancia de
sus dotes militares, de su destreza como espadachín y de su audacia.
El joven Ojeda se ganó en breve la buena voluntad del
obispo, quien ofreció dispensarle su protección a la primera oportunidad.
Alonso tenía veintiséis años en 1494, era pequeño de estatura, ágil hasta
causar sorpresa, y en todos los ejercicios de las armas, maestro consumado;
tenía el genio pronto y la vista perspicaz; era valiente hasta la temeridad,
vengativo hasta la crueldad, tierno de corazón con los débiles, y cortés con
las damas; pendenciero y duelista, pero hondamente creyente y por extremo
observante de sus deberes religiosos. Seguir
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