Durante la Edad Media ya existieron cofradías aunque la
mayoría de las hermandades vivían su religiosidad en las capillas. En el siglo
XVI, con la Contrarreforma, las hermandades deciden tener más presencia externa
y realizan su estación de penitencia.
En sus comienzos, las cofradías sevillanas hacían
estación de penitencia a iglesias o conventos cercanos a su templo. En el
Sínodo de 1604, el cardenal Fernando Niño de Guevara estableció algunas normas
que forman el germen de la actual Semana Santa de Sevilla: las cofradías
quedaban obligadas a realizar la estación de penitencia a la catedral y las de
Triana debían realizarlo a la Iglesia de Santa Ana, debían vestirse túnicas
sencillas de lienzo basto y se prohibía a la mujeres disciplinarse. seguir
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