Pito Real
¡ Qué lástima que el Pito Real sea tan espantadizo!. En
cuanto se siente observado, se apresura a dar vueltas alrededor del tronco para
no permanecer a la vista; y su silueta nerviosa, prolongada por un pico en
forma de puñal, se pierde entre los árboles del parque o del soto. Sujeto a los
árboles, trepa a pequeños trechos haciendo crujir la corteza rugosa bajo sus
uñas. Se detiene con frecuencia para pasar su larga lengua protráctil entre las
fisuras, capturando hormigas xilófagasDícese de los insectos que roen la
madera. . Pero sobre todo se alimenta de insectos que encuentra en tierra y en
los prados. En las costas marinas se les ve incluso en invierno explorar las
algas en busca de pequeños crustáceos.
En primavera los pitos reales se advierten de lejos por
su sonoro «relincho», más melodioso que su bien conocido grito. El canto de la
subespecie ibérica, que tiene las mejillas grises, es más silbado y musical que
el de las aves del resto de Europa.
Desde marzo, el macho comienza a excavar un espacioso
agujero en un viejo árbol. Los machos, para defender su de los rivales, los
desafían moviendo la cabeza de un lado a otro y abriendo las alas y cola. Seguir
Pinzón vulgar
La mayoría de las personas a las que se pregunte cuál es
el ave más común en España, probablemente mencionarían el Gorrión Común. Pero,
en realidad, el primer puesto en abundancia corresponde al Pinzón Vulgar.
En invierno se une, en grandes bandos, con otros
fringílidos, escribanos y gorriones, para alimentarse en tierras de labor y
rastrojos; sin embargo, a veces forma él solo los bandos, cuyos individuos son
todos del mismo sexo. Por esta curiosa costumbre de separación de sexos en
otoño-invierno es por lo que recibió del naturalista sueco Linneo el nombre de
coelebs (en latín, célibe), detalle que en las aves que crían más al norte es
particularmente notable, pues mientras que las hembras y jóvenes abandonan las
áreas de nidificación para invernar en zonas más templadas, la mayoría de los
machos permanece en aquéllas reunidos en bandos.
Los pinzones comienzan a cantar en febrero, pero no todos
cantan del mismo modo; se han notado llamativos dialectos regionales,
especialmente entre aves llegadas del resto de Europa. A pesar de ello, el
canto es fácil de identificar, pues siempre acaba con un enfático floreo. Seguir
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