La
historia de la Ermita de San Isidro se remonta a 1528, cuando la emperatriz
Isabel de Portugal, esposa de Carlos I dispuso su construcción junto a la fuente
que había hecho brotar San Isidro Labrador al golpear una peña mientras
trabajaba en los campos de su señor, Iván de Vargas.
El
agua de dicha fuente tenía (y sigue teniendo) fama de milagrosa e Isabel de
Portugal afirmaba que había sanado a su hijo, el futuro Felipe II. La ermita
actual fue construida por Baltasar de Zúñiga, marqués de Valero, en 1725,
reinando Felipe V.
Desde entonces ha sufrido unas cuantas restauraciones. En el patio aún se conserva la famosa fuente de la cual se puede beber y, es tradición en la festividad de San Isidro (15 de mayo) llevar un botijo para llenarlo con dicha agua. La tradición popular dice que si se bebe el agua se tiene salud y trabajo durante un año. En 1811 se construyó a sus espaldas el Cementerio de San Isidro, en el lugar conocido como Cerro de las Ánimas. Desde tiempo inmemorial es tradición acudir el 15 de mayo de Romería a sus alrededores que se denominaban la Pradera de San Isidro, y que tan bien plasmaron en sus pinturas Goya y Paulino de La Linde, espacio que en parte ocupa hoy día el Parque de San Isidro, construido como tal en 1970.
Desde entonces ha sufrido unas cuantas restauraciones. En el patio aún se conserva la famosa fuente de la cual se puede beber y, es tradición en la festividad de San Isidro (15 de mayo) llevar un botijo para llenarlo con dicha agua. La tradición popular dice que si se bebe el agua se tiene salud y trabajo durante un año. En 1811 se construyó a sus espaldas el Cementerio de San Isidro, en el lugar conocido como Cerro de las Ánimas. Desde tiempo inmemorial es tradición acudir el 15 de mayo de Romería a sus alrededores que se denominaban la Pradera de San Isidro, y que tan bien plasmaron en sus pinturas Goya y Paulino de La Linde, espacio que en parte ocupa hoy día el Parque de San Isidro, construido como tal en 1970.
Pichi, Lina Morgan
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