Así, decide tomar todo su patrimonio y marcharse. Su padre es muy
respetuoso y generoso; respeta la libertad de su hijo: es él quien debe
encontrar su proyecto de vida. Y el joven, como dice el evangelio, se va a un
país muy lejano. Probablemente lejano desde un punto de vista geográfico, porque
quiere un cambio, pero también desde un punto de vista interior, porque quiere
una vida totalmente diversa. Ahora su idea es: libertad, hacer lo que me agrade,
no reconocer estas normas de un Dios que es lejano, no estar en la cárcel de
esta disciplina de la casa, hacer lo que me guste, lo que me agrade, vivir la
vida con toda su belleza y su plenitud...
AGRADECIMIENTO
Se agradece infinitamente a todos los autores de las imágenes empleadas para elaborar estos singulares sellos de ficción porque, sin ellas no hubiese sido posible. Por la complejidad de su elaboración en muchos casos resulta imposible hacer referencia de los mismos. sellosficcion@gmail.com
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martes, febrero 26, 2013
El regreso del Hijo Pródigo ( III )
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