Existieron
en su día varias ermitas en este pueblo, de las que sólo queda la del
Consuelo. Su imagen primitiva ‑según refiere Leopoldo Bataller en su libro «Recuerdo
Histórico de la Muy Noble y Muy Leal Villa de Ciempozuelos»‑ fue una “de
las muchas que fabricó de escultura San Lucas, y San Pedro trajo de Antioquía
y las colocó en diversas partes y ciudades de España. ( ... ) La imagen de
Nuestra Señora, que ahora se venera allí con renombre de El Consuelo, en
tiempos anteriores se llamó de la Antigua.” Bataller
‑a quien seguimos muy de cerca en este capítulo‑ cuenta que “cuando el árabe
deshizo al Imperio Godo el año Setecientos y catorce, acometió y cercó a esta
ciudad con excesivo poderío”. Mas al verse perdidos sus habitantes,
escondieron a su Virgen en sitio muy oculto para evitar que fuese profanada.
Habían
transcurrido casi tres siglos y el sexto Alfonso intentaba reconstruir los
territorios que, recuperados a los musulmanes, volvían a ser cristianos. Los
hijos de Ciempozuelos que guardaron celosamente el escondite de la imagen,
pasando el secreto de una generación a otra, buscaron a la Madre y la
encontraron. Aunque las crónicas no especifican el lugar, “sabemos por
tradición que al encontrarla la pusieron nombre de Nuestra Señora de la
Antigua, aludiendo a la antigüedad de la talla y a que antiguamente había
sido allí venerada".
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Cuenta
la tradición que un piadoso pastor, al que se le había muerto una cabra, en
pleno desconsuelo, por miedo al dueño del hato, invocó a la Virgen y Ésta se
le apareció y le premió con la resurrección del animal. El pueblo de
Candeleda agradecido erigió la ermita en recuerdo de tan extraordinario
momento.
Las fiestas que conmemoran este acontecimiento se celebran tradicionalmente en el segundo y el tercer domingo del mes de septiembre, denominándose a las últimas las fiestas de la vela. Los actos religiosos consisten en una romería y en una misa con procesión. La romería parte, a las nueve de la mañana, del pueblo a la ermita; allí, a las doce se lleva en procesión a la imagen de la Virgen hacia una explanada recoleta, a la sombra de castaños, en la que se celebra una misa solemne presidiendo la imagen de la Virgen desde el lugar en que se le apareció al cabrero Finardo. Una vez concluido el acto eucarístico, se realizan las ofrendas a la Virgen de Nuestra Señora de Chilla; antes se donaban productos agrícolas y ganado, hoy la ofrenda es, generalmente, de carácter monetario. El acto finaliza con la restitución de la imagen a la ermita, ante cuyas puertas se efectúa la puja de banzos.
La devoción a la Virgen de Chilla, patrona de Candeleda y de Gredos, no es exclusiva de la localidad abulense, pues de siempre el número de sus devotos se ha extendido por todo el valle del Tiétar e, incluso, por el campo de Talavera hasta el extremo de que acuden a la celebración representantes de los pueblos de Mejorada, Segurilla, Velada, Calera, El Casar y Gamonal; antiguamente portaban presentes propios y un mayordomo, en nombre de su municipio, un cirio grande.
Las fiestas que conmemoran este acontecimiento se celebran tradicionalmente en el segundo y el tercer domingo del mes de septiembre, denominándose a las últimas las fiestas de la vela. Los actos religiosos consisten en una romería y en una misa con procesión. La romería parte, a las nueve de la mañana, del pueblo a la ermita; allí, a las doce se lleva en procesión a la imagen de la Virgen hacia una explanada recoleta, a la sombra de castaños, en la que se celebra una misa solemne presidiendo la imagen de la Virgen desde el lugar en que se le apareció al cabrero Finardo. Una vez concluido el acto eucarístico, se realizan las ofrendas a la Virgen de Nuestra Señora de Chilla; antes se donaban productos agrícolas y ganado, hoy la ofrenda es, generalmente, de carácter monetario. El acto finaliza con la restitución de la imagen a la ermita, ante cuyas puertas se efectúa la puja de banzos.
La devoción a la Virgen de Chilla, patrona de Candeleda y de Gredos, no es exclusiva de la localidad abulense, pues de siempre el número de sus devotos se ha extendido por todo el valle del Tiétar e, incluso, por el campo de Talavera hasta el extremo de que acuden a la celebración representantes de los pueblos de Mejorada, Segurilla, Velada, Calera, El Casar y Gamonal; antiguamente portaban presentes propios y un mayordomo, en nombre de su municipio, un cirio grande.
Dedicados a todos los que os sintáis cercanos de Candeleda y Ciempozuelos. Que María, Madre de Jesús, nos llene de Paz, de esa paz que goza y se hace grande en el corazón. FELIZ DÍA PARA TODOS.
ResponderEliminarJosé Cortés.