Nació en Madrid en el seno de una familia con gran tradición en la
escena. Hija de los actores Rafael
Rivelles y María Fernanda Ladrón de Guevara, fue
hermana por parte de madre de Carlos
Larrañaga y tía de Amparo Larrañaga y Luis Merlo.
Con catorce años se incorporó profesionalmente a la compañía
teatral de su madre y un año después apareció en su primera película. Al
comienzo de la década de 1940 firmó un
contrato en exclusiva con la productora Cifesa, interpretando papeles protagonistas
en Alma de Dios, de Ignacio Farrés Iquino; Malvaloca, de Luis Marquina;Eloísa está debajo de un
almendro, El Clavo y La fe, de Rafael Gil; Eugenia de Montijo, de José López Rubio o Alba de América, de Juan de Orduña, que la conducen rápidamente
al éxito y el reconocimiento.
Trabajó
a la vez en teatro, donde en 1947 representó, A puerta cerrada, de Jean-Paul Sartre, con dirección de Luis Escobar y junto a Lola Membrives y Guillermo Marín.
Rodó
a las órdenes de Orson Welles en la versión española de Mister Arkadin (1955) y de Tulio Demicheli en La herida luminosa (1956).
Se
trasladó a América para trabajar en la televisión cubana y estableció su residencia durante veinte
años en México, donde hizo teatro y
rueda muchas películas y famosas telenovelas, éstas en compañía del actor
mexicano Ernesto Alonso. Su regreso a
España se produjo en 1979 con la obra Salvar a los delfines, de Santiago Moncada, siendo ya considerada una
de las actrices más prestigiosas del panorama español.
.
Aunque
potenció su carrera teatral, en 1986 consigue el primer Premio Goya a la mejor actriz, por la
película Hay que deshacer la
casa, que rodó José Luis García
Sánchez a partir de la obra de Sebastián Junyent que Rivelles había representado en múltiples
escenarios junto a Lola Cardona.
Con Esquilache (1989), de Josefina Molina, obtuvo una segunda
nominación, esta vez como actriz de reparto.
Para
televisión destacó su trabajo en las adaptaciones de dos clásicos
literarios: Los gozos y las
sombras (1982), con Eusebio Poncela, Charo López y Carlos Larrañaga en los demás papeles
principales y La Regenta (1995), de Fernando Méndez-Leite.
En
1996 recibió el Premio Nacional de
Teatro. En 2004 recibió por votación popular el IX Premio Nacional de Teatro
Pepe Isbert, que concede por votación la Asociación de Amigos de los Teatros de
España (Amite).
También
fue Doctora Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia, siendo
la primera actriz en recibir tal honor. A pesar de no haber vivido nunca en Valencia, se sentía muy vinculada a esta
ciudad, de la que fue hija adoptiva, ya que en ella estaban sus orígenes.
Con
el teatro como eje de su actividad profesional reciente, en 2004 anunció que la
representación de La brisa de la
vida, que encabezaba junto a Núria
Espert, podría ser su última función, aunque también afirmó que «si encuentro
algo que me ilusione, que me apetezca mucho, lo haré, pero si no, ésta puede ser
una preciosa despedida». Dijo adiós
al teatro en enero de 2006 tras una representación de La duda en Santander, misma ciudad de su debut en
escena.
Falleció
en Madrid el 7 de noviembre de 2013 a los 88 años, víctima de osteoporosis, en la Fundación Jiménez
Díaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario