A
diferencia de otros lugares, en el País Vasco no
existe un único traje tradicional vasco, sino
muchos. No existe un traje de cada Territorio Histórico (Bizkaia, Gipuzkoa o Álava
por ejemplo), sino una gran variedad de vestimentas que según el sexo, la edad
o la zona, varían enormemente, incluso dentro de un Territorio Histórico. Por
tanto, no cabe hablar de un traje local, sino más bien de una
forma de vestir a la manera tradicional.
Hace
cien años la indumentaria característica que los campesinos, pescadores y
trabajadores habían lucido durante años, sin apenas cambios, comenzó a
desaparecer. Con la llegada de la industrialización, las prendas empezaron a
ser producidas en fábricas, y las ropas que antes estaban al alcance de unos
pocos, pronto resultaron accesibles para toda la gente.
La
indumentaria tradicional vasca que ha llegado hasta nuestros días, está
formada por una gran variedad de ropajes que mantienen ciertas similitudes en
cuanto a su estilo y unos elementos
comunes. Entre
los rasgos esenciales que comparten se encuentran, entre las mujeres, la
longitud de las faldas y el uso del zapi (pañuelo o pañoleta) en la cabeza, y
entre los hombres, el uso de pantalón largo, blusón, o camisa, y la txapela
(boina). Común a ambos casos es el uso de las abarkas (abarcas) o de las abarketas o
espartinas (alpargatas).
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