Artista
por encima de arquitecto, Jiménez Sánchez-Dalp ha tenido desde la infancia
impulsos de dibujar todo lo que le pasa. Su experiencia en África al lado de los
Hermanos de San Juan de Dios y su trabajo diario con la población desfavorecida
de la zona han sido elementos suficientes para desatar su bolígrafo en la
búsqueda canalizar sus propias emociones y, de paso, sensibilizar y buscar
apoyos para paliar las necesidades en ese rincón del continente.
“La
obra desborda lo meramente artístico para inundar lo humano, lo profundamente
humano dando una respuesta solidaria” afirma Francisco Benavides, director del
Museo San Juan de Dios de Granada.
Los
cuadros llaman la atención por la sencillez de los trazados, a pesar de lo cual
la viveza de los ojos y sonrisas de los protagonistas quedan patentes, así como
la amabilidad de sus expresiones.
Agradecido por la selección de mis dibujos para este post.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y mi mas sincera enhorabuena por el blog.