La fuente de Cibeles se instaló en 1782 en el Salón del
Prado de Madrid, junto al Palacio de Buenavista, de cara a la fuente de Neptuno
(actualmente en el centro de la plaza de Cibeles, entre el Paseo de Recoletos y
el Paseo del Prado). Incluye a la diosa Cibeles, símbolo de la Tierra, la
agricultura y la fecundidad, sobre un carro tirado por leones. La actual plaza
se llamó al principio Plaza de Madrid y en el año 1900 tomó el nombre plaza de
Castelar. En la actualidad está delimitada por los grandes edificios del Palacio
de Buenavista (Cuartel General del Ejército), Palacio de Linares (Casa de
América), Palacio de Comunicaciones (correos) y Banco de España. Lo curioso es
que cada uno de estos monumentos pertenece a un barrio distinto de Madrid.
Los encargados de su realización fueron Francisco Gutiérrez
(figura de la diosa y el carro), Roberto de Michel
(los leones) y el adornista Miguel Ximénez, de
acuerdo con el diseño de Ventura Rodríguez. La diosa y los leones fueron
esculpidos en mármol cárdeno del pueblo de Montesclaros (Toledo), y el resto en
piedra de Redueña, localidad enclavada a 53 km del norte de Madrid, cerca de la
sierra de La Cabrera.
Fue un encargo que se hizo al arquitecto español Ventura
Rodríguez que realizó el proyecto entre los años 1777 y 1782. Parece ser que en
principio esta fuente iba destinada a los Jardines de La Granja de San Ildefonso
en Segovia, pero cuando se empezó a remodelar el ancho Paseo del Prado, la
fuente se colocó frente al palacio de Buenavista, muy cerca de él, a la entrada
del paseo de Recoletos y mirando hacia la otra gran fuente, la de Neptuno. Entre
ella y el palacio había unos edificios pequeños donde estaba ubicada la
Inspección de Milicias y más tarde la Presidencia del Consejo de Ministros,
hasta que en 1780, se incendió todo el grupo. Instalada la fuente en 1782, no
funcionó hasta 1792.
En 1895 se trasladó el monumento al centro de la plaza,
colocando a la diosa mirando al primer tramo de la calle de Alcalá. Este
traslado levantó mucho revuelo y críticas que se vieron reflejadas en la prensa
de la época donde se dieron todos los detalles de la polémica entre el
Ayuntamiento y la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Hasta el año 1981 no
hubo ninguna restauración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario