Para
aquellos que no han visto este diamante visual, resumen del argumento. Toto o
Salvatore es un niño que vive con su madre y hermana en el pueblo de Giancaldo,
una provincia diminuta en la Italia de la posguerra; su padre ha muerto en
batalla en algún lugar de Rusia. El pequeño es un buen estudiante y su único
defecto es un amor irrefrenable por el cine; todas las tardes, el ragazzo se
lanza al Cinema Paradiso, la única sala del pueblo; allí forja una amistad con
Alfredo, el cácaro o proyector, quien le enseñará la magia del 7º. Arte y sus
legendarios personajes; de este modo, el chico no tendrá mas amistades que
Marlon Brando, John Wayne, Greta Garbo,Clark Gable y Charles Chaplin. Los años
transcurren, Toto crece y con la adolescencia le llega el amor en la persona de
Elena, una deslumbrante joven que despide luz de sus ojos azules y ha arribado a
estudiar al pintoresco lugar. Los padres de ésta, pertenecientes a la clase alta
europea, tratarán de impedir a toda costa la relación, pues Toto es descendiente
de una familia pobre.
Tarde
gris, el viento camina de puntillas sobre las vías; en la plataforma, un viejo
ciego abraza a un adolescente mientras le susurra al oído –Este pueblo está
maldito. ¡Vete!, vete y no vuelvas nunca. Y si algún día te gana la nostalgia y
regresas… No me busques. No toques a mi puerta porque no te abriré. Busca algo
que te guste y hazlo, ámalo como amabas de niño la cabina del Cinema Paradiso.
Desde hoy, ya no quiero oírte hablar; ahora, quiero oír hablar de ti. –Toto, el
chico, sube al tren y lanza el último adiós a Alfredo, el viejo, su amigo y
mentor; con la mano también despide a su madre y hermana. Una nueva vida llena
de éxitos le espera en Roma… aunque su corazón, por siempre hecho pedazos, se ha
quedado eternamente en la provincia de Giancaldo.
Con
Cinema Paradiso, y con su música por supuesto, Giuseppe Tornatore y su elenco, logran una de las mejores películas del cine. No sólo se habla
de la magia que provoca el cine en las personas; sino que, además, nos muestra la
típica vida del pequeño pueblo a veces olvidado; el amor de padre que siente
Alfredo por Toto, que prefiere y lo obliga a marcharse del pueblo, donde
seguramente, hubiese vivido la inercia sin tener el futuro que él se
merecía.
Esta película, nos deja muchas enseñanzas; muchas veces, quizás, por amor, muchos padres retienen a sus hijos limitando sus posibilidades de éxito que podrían tener en una ciudad más pujante, la capital por ejemplo, sin saber el daño que les hacen; Esta historía nos demuestra que el amor a quienes queremos debe ser más libre, y si realmente los amamos, debemos dejarlos ir, que se realicen, que realicen sus vidas en el lugar que corresponda dejando de lado ese egoísmo, que mejor muestra de amor que indicarles el camino ha seguir, querer y desear que nuestros hijos tengan mas posibilidades que nosotros, aún cuando esto signifique que deban partir.
A los muchos Alfredos que existen, dejemos que los Totos vuelen y encuentren su futuro....
Una gran película que nos trasmite valores, desde la amistad mas sincera y noble entre personas tan dispares en edad, hasta redescubrir que aquello que amamos desde pequeño no desaparece nunca de nosotros. Pude verla la primera vez en el cine Azul de la Gran Vía de Madrid, estaba de estreno y fue una gran sorpresa, no nos fijamos muy bien en el argumento de la película y fue de esas cosas del mismo destino, porque en ella me sentí reflejado con la persona que me acompañaba, un jovenzuelo de poco mas 20 años, ahora mas de 40 siguiendo viva la amistad.
ResponderEliminarEl amor verdadero es aquel que no ata, que te deja libre el camino para ser tu mismo. El autentico amor de amistad es aquel que sin estar cerca, siempre estás en el corazón del amigo, por ello, Alfredo, cuando se despide de Toto le dice, ¡Vete!, vete y no vuelvas nunca. Y si algún día te gana la nostalgia y regresas… No me busques. No toques a mi puerta porque no te abriré. Busca algo que te guste y hazlo, ámalo como amabas de niño la cabina del Cinema Paradiso.