Siendo los puentes medievales verdaderas maravillas
ingenieriles y artísticas, suelen pasar bastante desapercibidos por el gran
público, éste de Frías es in embargo uno de los más famosos y admirados.
Forma, junto al de Cangas de Onís, Puente la Reina, Balmaseda, Besalú y algunos pocos más, parte de ese grupo de puentes privilegiados
que sí aparecen en las guías turísticas convencionales.
La base del puente y los tajamares son de época romana y
por él cruzaba la calzada romana antes citada. Ya en tiempos medievales fueron
necesarios importantes reconstrucciones.
Este puente fortificado de Frías es un portento de
longitud y belleza. Mide 143 metros de largo y una altura máxima de 11,3 de
pretil al río y otros tanto tiene la gran torre central.
Consta de nueve arcos de distinto perfil (apuntados y
rebajados) y su trazado algo irregular responde a la necesidad de aprovechar
las rocas que emergen distintos puntos del río para asentarlo.
Esta torre construida en el centro tiene planta
poligonal, se aboveda con medio cañón y por encima está la propia sala de la
torre con saeteras para los vigilantes del mismo. Seguir
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