Existía un pequeño palacio en estos terrenos donde está
ubicado el monasterio, del cual se conservan algunos pequeños vestigios. El
lugar fue elegido por el rey Alfonso VIII y su esposa Leonor de Plantagenet
para levantar un monasterio cisterciense femenino que se fundó en junio de
1187.
Fue la reina Leonor quien puso mayor empeño en conseguir
esta fundación con el fin de que las mujeres pudieran alcanzar los mismos
niveles de mando y responsabilidad que los hombres, al menos dentro de la vida
monástica. Elevaron al papa Clemente III la petición para fundar y consagrar el
nuevo monasterio, petición que fue concedida de inmediato. Los reyes donaron
cerca de cincuenta lugares cuyas tierras constituyeron desde el principio un
importante patrimonio que se multiplicaría con el tiempo. Se conserva la carta
fundacional del rey que empieza diciendo:
Yo, Alfonso, por la gracia de Dios, rey de Castilla y
Toledo, y mi mujer, la reina doña Leonor… Seguir
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