Las palabras debían de responder a una fórmula, pero su
importancia histórica era mucha: «Por eso yo, Fernando, por la gracia de
Dios rey de Castilla, Toledo, León, Galicia y Córdoba (...) otorgo y
concedo al concejo de Córdoba presente y futuro carta de fuero válida para
siempre». El documento tenía fecha del 3 de marzo de 1241, cuando todavía no
habían pasado cinco años de la reconquista de la ciudad por parte de
las tropas de Fernando III, y establecía los cimientos jurídicos de la
ciudad a partir de entonces.
Gloria Lora, profesora de Historia Medieval en
la Universidad de Sevilla, recuerda que es un documento «importantísimo», no
sólo para la propia ciudad de Córdoba sino para muchas otras. Para empezar, en
lo formal «es un texto extraño, un conjunto desornado de normas», que habla de
cómo formar el concejo de la ciudad y de cómo se tiene que gobernar, establece
una normativa de carácter penal y después legisla cosas muy variadas». Seguir
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