Celia Cruz (La Habana, 1924 - Fort Lee, Estados Unidos, 2003)
Cantante cubana, una de las más grandes intérpretes de música latina del siglo
XX. Ya en la década de 1950 cobró popularidad como vocalista de La Sonora
Matancera, una de las orquestas punteras de la Cuba de Batista; el advenimiento
de la revolución cubana (1959) forzó su exilio a los Estados Unidos, donde se
vinculó a los artistas latinos de Fania All-Stars e inició su carrera en
solitario.
A lo largo de más de medio siglo de trayectoria artística,
la indiscutible Reina de la Salsa grabó alrededor de setenta álbumes y
ochocientas canciones, cosechó veintitrés discos de oro y recibió cinco premios
Grammy. Mucho más relevantes, sin embargo, fueron las innumerables giras y
conciertos que prodigó por incontables países y que hicieron de ella la
embajadora mundial de la música cubana. Ciertamente, Celia Cruz será siempre
recordada por aquellas sensacionales actuaciones en directo en las que
desplegaba todo el magnetismo de su voz y de su arrolladora personalidad;
conciertos en los que era imposible no bailar y no sentirse contagiado de su
inagotable vitalidad y alegría. Seguir
Nunca podré morirme,
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.
Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.
Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.
Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.
Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.
Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.
mi corazón no lo tengo aquí.
Alguien me está esperando,
me está aguardando que vuelva aquí.
Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.
Late y sigue latiendo
porque la tierra vida le da,
pero llegará un día
en que mi mano te alcanzará.
Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.
Una triste tormenta
te está azotando sin descansar
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.
Cuando salí de Cuba,
dejé mi vida dejé mi amor.
Cuando salí de Cuba,
dejé enterrado mi corazón.
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