(Abu-l Walid Muhammad ibn Rusd, Averroes en su forma
latinizada; Córdoba, 1126 - Marrakech, 1198) Filósofo hispanoárabe. De familia
muy distinguida, su padre había sido cadí de Córdoba durante cierto tiempo. Su
abuelo (que llevaba el mismo nombre que él, Abu l-Walid Muhammad), había
desempeñado este cargo durante largo tiempo, habiendo sido luego una autoridad
en derecho malikita y consejero de varios soberanos y príncipes.
Averroes continuó la tradición jurídica de la familia y
alcanzó, siendo muy joven, fama de gran jurisconsulto, apoyada en el libro
Punto de partida del jurista supremo y de llegada del jurista medio. Estudió al
mismo tiempo teología y materias literarias. Hasta este momento no había salido
de los programas ordinarios escolares de su tiempo; pero no paró aquí y se dio
a conocer al mismo tiempo como médico de gran valor.
Además de medicina, estudió astronomía en el Almagesto,
del que hizo un compendio, y filosofía, en la que le iniciaron, sobre todo, las
obras de Ibn Bayya, el filósofo hispanoárabe muerto en 1139, conocido en Europa
con el nombre de Avempace. Conoció, pues, todo lo conocido en su tiempo y en su
ambiente, y a lo largo de su vida no dejó de profundizar, no sólo con nuevas
lecturas, sino también con reflexiones y observaciones directas; tanto, que uno
de sus biógrafos dice de él que desde la edad de la razón hasta su muerte no
cesó de estudiar, salvo el día de su boda y el de la muerte de su padre. Seguir
cuánta sabiduria desprende ese libro blanco !!!!
ResponderEliminarpepe, tú continua ...........