En el año 1218 el rey Alfonso IX de León funda
la Universidad como Estudio de su Reino y más tarde Alfonso X el Sabio la
consolida como referente frente a otras universidades europeas como Oxford,
Bolonia o París y en el 1255 el papa Alejandro IV la confirma mediante la
expedición de una bula papal. Es considerada una de las joyas del arte
renacentista español.
Desde finales del siglo XV y a lo largo de todo el siglo
XVI, la Universidad de Salamanca pasa a ser la universidad de referencia de una
monarquía de amplias posesiones territoriales y como institución experimenta su
mejor momento de florecimiento cultural, con figuras de la talla
de Antonio Nebrija, Fray Luis de León, Diego de Cobarrubias, Francisco de
Vitoria, Miguel de Unamuno, Ignacio de Loyola, alguno de los cuales impartieron
sus clases en la institución.
Caminando por sus calles, en las que las fachadas y el
pavimento parecen fundirse en un homogéneo color marrón virando al amarillo, se
presenta el conjunto universitario genuino, que rezuma historia y empeño por
amar el conocimiento. En la esquina de la calle Libreros se abre el Patio de
Escuelas, con la estatua de Fray Luis de León presidiendo el centro de la misma
que parece tener la mirada fija en la fachada plateresca realizada con la
piedra dorada de Villamayor, que se cree que pudiera ser un homenaje a los
Reyes Católicos. Cualquier estudiante podría afirmar que quedó embelesado la
primera vez que vio esta fachada y tal vez alguno podría pensar en su futuro,
abrumado por el peso de su historia y la altura de su legado. Es curioso el
hecho de que lo más recordado, y casi por lo que se la reconoce en gran medida,
es su escurridiza rana sobre el cráneo, difícil de encontrar para los recién
llegados, pero no tan complicada para los que ya saben dónde está. Seguir
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