La basílica de Santa María la Real es
un templo religioso de culto católico situado
en Covadonga, Principado de Asturias (España),
declarado basílica menor el 11 de septiembre de 1901.
El templo fue ideado por Roberto Frassinelli y
levantado entre 1877 y 1901 por el arquitecto Federico
Aparici y Soriano, de estilo neorrománico, construido íntegramente en
piedra caliza rosa.
En 1777 un incendio destruyó el antiguo templo,
que se encontraba contiguo a la Santa Cueva donde se veneraba y se
venera a la Virgen de Covadonga (La Santina), conmemorativo de
la batalla de Covadonga. Se decidió entonces levantar uno nuevo a modo de
monumental santuario, para lo que se pidió limosna en toda España, con la
oposición del cabildo, ya que los canónigos querían reconstruir el templo de
la Santa Cueva y el santuario ideado por el arquitecto Ventura
Rodríguez, que nunca pudo llevarse a cabo.
El empuje definitivo para la construcción no llegó hasta
un siglo después y sería el rey Alfonso XII el que se interesase en
la conclusión de esta obra. El diseño clasicista de Ventura Rodríguez, de
difícil y costosa construcción, dará paso a un diseño neomedievalista. La idea
original de este nuevo proyecto fue del erudito alemán conocido como el
alemán de Corao (Roberto Frassinelli), que era gran dibujante pero no
era arquitecto y tuvo que ceder su puesto al arquitecto Federico Aparici,
titulado de la Academia de San Fernando; aun así el alemán tuvo
tiempo de dirigir las obras de la cripta. Seguir
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