El pueblo más antiguo que se cree que habitó la zona
fueron los celtíberos. Más tarde, Jarandilla fue un municipio romano conocido
como "Flavium Vivertorum". De la época romana han quedado numerosos
vestigios como el puente que cruza la garganta Jaranda, entre otros.
Posteriormente pasó a manos de los visigodos que dejaron
como principal reliquia una pila bautismal con la cruz gamada que se halla en
la iglesia de Santa María de la Torre.
Durante la época de dominación de los árabes, denominaron
a Jarandilla de la Vera con el nombre de "Xarandiella". Respecto al origen de la palabra, se ha aducido (de modo altamente
problemático) que tiene en su composición la palabra Aran, que en prerromano
significa valle o río (en vasco es Harán-Jarán, valle)(al igual que lo presenta
la palabra Campo Arañuelo, zona geográfica muy cercana, o el Valle de Aran,
Aranjuez, etc.), por lo que es posible que los árabes asignasen a la población
el nombre prerromano de la zona. Jarandilla, de acuerdo con esta más que
hipotética opinión, vendría de Jaranda, Xarán más el sufijo -da, "lugar
de" y diminutivo illa-ae, "lugar o zona del pequeño valle".
Pero el hecho sin duda más destacable de su historia fue
la estancia del Emperador Carlos I de España y V de Alemania. Llegó a
Jarandilla el 11 de noviembre de 1556 hospedándose en el Castillo Palacio de
los Condes de Oropesa, antes de su traslado al Monasterio de Yuste en el que
pasó sus últimos días. El castillo de los Condes de Oropesa es hoy en día el
Parador Nacional de Turismo Carlos V.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituyó
en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó
integrado en Partido judicial de Jarandilla. En el censo de 1842 contaba con
400 hogares y 2191 vecinos. Seguir
No sé si Leandro Serrano y familia, natural de esta villa verán los sellos, si llegáis a verlos que sepáis que están dedicados a todos los habitantes de Jarandilla.
ResponderEliminarJosé Cortés