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Se agradece infinitamente a todos los autores de las imágenes empleadas para elaborar estos singulares sellos de ficción porque, sin ellas no hubiese sido posible. Por la complejidad de su elaboración en muchos casos resulta imposible hacer referencia de los mismos. sellosficcion@gmail.com

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jueves, marzo 06, 2014

Gabriel García Márquez, 87 cumpleaños.

Con motivo de 87 cumpleaños de Gabriel García Márquez, elaboramos dos Sellos Ficción para festejar el nacimiento en 1927 de este gran maestro colombiano de la literatura. También traemos a esta celebración uno de sus cuentos recogidos en la edición de "Doce cuentos peregrinos" " BUEN VIAJE SEÑOR PRESIDENTE.

BUEN VIAJE, SEÑOR PRESIDENTE.
Llevaba el vestido azul oscuro con rayas blancas, el chaleco de brocado y el sombrero duro de los registrados en retiro. Tenía un bigote altivo de mosquetero, el cabello azulado y abundante con ondulaciones románticas, las manos de arpista con la sortija de viudo en el anular izquierdo, y los ojos alegres. A los setenta y tres años seguía siendo de una elegancia principal. Había vuelto a Ginebra después de dos guerras mundiales, en busca de una respuesta terminante para un dolor que los médicos de la Martinica no lograron identificar. Después de largos días de pruebas y exámenes agotadores le dijeron que el dolor se hallaba debajo de la cintura, en la unión de dos vértebras. El presidente debía someterse a una arriesgada e inevitable operación.
Al día siguiente salió a dar una vuelta y a tomar algo como si no hubiese pasado nada. Intranquilo de que un hombre pálido y sin afeitar, con una gorra deportiva y una chaqueta de cordero volteado, le observase, decidió ir a por él. Una vez lo atrapó se puso a hablar con él y resultó ser, el hombre que lo seguía, el chofer de ambulancias del mismo hospital donde trataban al presidente. Homero, el hombre misterioso, le explicó la gran admiración que tenía por él y que hacía un tiempo que lo seguía y se preocupaba por su estado, pero lo que no le desveló es que él, Homero, también trabajaba haciendo arreglos para compañías de seguros y empresas funerarias y aunque no ganaba mucho le ayudaba a subsistir con su mujer y sus dos hijos. Después de la charla Homero lo invitó a comer un día a su casa aunque a su mujer, Lázara Davis una mulata fina de San Juan de Puerto Rico, menuda y maciza, y con unos ojos de perra brava que iban muy bien a su forma de ser, no le hizo mucha gracia cuando se lo contó.
Poco a poco Homero y Lázara se fueron dando cuenta que la muerte del presidente ya no era tan inminente como al principio y que por lo tanto no le podían sacar partido a aquella relación. Después de la comida, que con mucha crispación se celebró, y algún otro factor que observó Homero, se dieron cuenta que aparte de que su muerte no fuese tan inmediata tampoco tenían nada que sacarle al presidente, ya que él pobre no le quedaba ni un mísero centavo. El presidente después de un tiempo instalado en casa de Homero volvió a Martinica donde se dedicó a vivir bien la poca vida que le quedaba, y a tomar de todo, ya que antes no se podía permitir ese lujo a causa de su enfermedad.

2 comentarios:

  1. Excelente trabajo. Una observación en el sello pues Gabo nació en 6 de marzo de 1927. Saludos, Bernardo

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    1. Corregido, muchas gracias por la observación. Saludos.

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