Los exploradores portugueses del siglo
XVI habían hallado un modo de llegar al Sudeste Asiático evitando
las rutas terrestres que en ese entonces los reinos islámicos tenían
bajo su control: navegar al sur del cabo de Buena
Esperanza en África, para así salir al océano Índico y
continuar hasta las «islas de las especias».
Magallanes fue asignado a Goa, en la India portuguesa, para comenzar su entrenamiento militar, y pronto previó que la geografía sería la llave a las riquezas del Sudeste Asiático. Tras un viaje a la región, contrató un sirviente malayo, Enrique, a quien usaría como intérprete durante sus viajes alrededor del mundo. Seguir
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