El niño que domó el viento es una bellísima película
que cuenta la historia de William Kamkwamba, un joven de 13 años de Malaui
que logró llevar agua potable a su aldea por primera vez. Lo hizo construyendo
un aerogenerador y una bomba de agua con la única ayuda de su ingenio,
perseverancia y unos pocos amigos que creyeron en él.
Una historia que no solo conmueve, sino que nos regala
valiosas enseñanzas sobre procesos de cambio e innovación de las que
podemos aprender. Porque si un niño (muy especial, eso sí) en tales
circunstancias fue capaz de conseguirlo, no hay excusa que valga.
Estas son las lecciones de William sobre el mundo de la
innovación y su camino y obstáculos hasta lograr el objetivo que se propuso:
crear electricidad del viento para ayudar a su familia. Seguir
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