Traemos a Sellos Ficción algo tan elemental como son los apegos, ellos son fuente de mucho sufrimiento, dedicamos dos sellos como llamada de atención para liberarnos de ellos....
En otoño los árboles se tornan de colores rojizos y día a día van perdiendo sus hojas, que van rodando por las calles. También para nosotros, seres en proceso de crecimiento, es tiempo de soltar y dejar caer. Tiempo de desnudarse, como se desnudan los árboles en otoño, y desprenderse de lo que nos sobra, como las hojas que fluyen en la corriente de un río. Es momento para la renovación, de ir hacia la esencia, de dejar morir y abandonar todo lo que nos pesa, ata y limita. De soltar aquello que nos impide fluir con la Vida: los apegos.
Cabe preguntarnos: ¿A que estoy apegado? ¿De qué necesito desprenderme? La imagen es soltar, dejar de retener, abrir la mano y dejar ir. Desprendernos de objetos materiales que puedan servir a otros. Dejar de aferrarnos a relaciones insanas, dependientes y dañinas. Soltar nuestro apego a la tristeza, el vicio de la melancolía. Soltar viejas creencias y resistencias. Soltar ideas locas, esas fijaciones cognitivas que arrastramos desde la infancia. Soltar y dejar atrás el peso de los condicionamientos de las relaciones con nuestros padres en la infancia. seguir
No ocupa portadas de periódicos, ni se llenan
minutos de radio para hablar del apego o de las dependencias emocionales que
todos los humanos sufrimos en mayor o menor medida. Walter Riso ha dedicado su
último trabajo editorial a este concepto que, según él, significa el principal
motivo de sufrimiento de la humanidad, hasta el punto que cree que se deberían
hacer campañas de prevención durante el ciclo educativo: desde primaria hasta
los doctorados. seguir leyendo
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