Aunque para la emisión conjunta de 2018 el tema será "aves en peligro de extinción" nos adelantamos para presentar este sello dedicado a estas aves nocturnas que poco a poco su rostro es más difícil de verlo en las noches españolas.
La población de mochuelos en España ha caído un 90% desde
2005, según datos de la organización conservacionista SEO/Birdlife divulgados
hoy. Otras aves nocturnas también están en declive. La lechuza común ha caído
un 13% en total, aunque su descenso alcanza el 50% en Andalucía, Castilla-La
Mancha, Murcia e Islas Baleares. A finales de la década de 1990, una estimación
grosera calculaba entre 50.000 y 90.000 lechuzas comunes en España, según
recuerda el biólogo Juan Carlos del Moral, portavoz de la ONG.
Las lechuzas solían instalarse en campanarios de
iglesias, hoy a menudo cerrados para impedir el paso de plagas de palomas
Además del mochuelo y la lechuza, el autillo europeo ha
disminuido un 76% y el chotacabras cuellirrojo, un 75%, según los recuentos de
SEO/Birdlife. La población de búho real, sin embargo, ha crecido un 140%, en
parte por las mejoras en su protección. “El búho real ha dejado de ser
perseguido. Antes, como se alimentaba de conejos y perdices, era eliminado en
los cotos de caza”, explica Del Moral. El cárabo común y el chotacabras europeo
también aumentan: un 76% y un 60% respectivamente.
El patrón es el mismo que en las aves diurnas: las
especies vinculadas a bosques crecen, mientras que las dependientes del medio
agrícola disminuyen. Del Moral cree que los culpables son “el abandono del
campo y el abuso de productos químicos, que eliminan saltamontes, grillos y
lagartijas”. El biólogo recuerda que las lechuzas, por ejemplo, solían criar en
las construcciones levantadas para guardar los rebaños, hoy en desuso. También
se instalaban en campanarios de iglesias, hoy a menudo cerrados para impedir el
paso de plagas de palomas. Seguir
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