(Gruchy, Francia, 1814-Barbizon, id., 1875) Nació en una
familia de campesinos de Normandía y, gracias a una beca, pudo estudiar pintura
en París, en el estudio de Delaroche. Sus primeros retratos y cuadros
mitológicos nada tienen que ver con sus posteriores obras de tema campesino, en
las que se enaltecen la vida y las ocupaciones diarias de las gentes que
trabajan en el campo.
La primera de estas creaciones, a las que está indisolublemente unido el nombre de Millet, fue El cribador, presentado en el Salón de 1848, al que más tarde siguieron Las espigadoras, El Ángelus (sin duda su obra más conocida) y El sembrador, cuadros todos ellos de figuras humanas definidas con vigor sobre un fondo de paisaje verídico. Con estas creaciones carentes de retórica e imbuidas de un profundo sentido de lo cotidiano, abrió el camino al realismo pictórico y dejó un modelo en el que se inspiró, entre otros. Seguir
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