La muerte del Gran Capitán
A comienzos de junio de 1515 Gonzalo enferma seriamente
de la que sería su sentencia de muerte: las cuartanas, un tipo de fiebre que
padecía hacía tiempo, pero que ahora se mostraban mucho más graves ante una
mermada resistencia física le llevaron a la muerte. A principios del mes siguiente abandona Loja y,
como por intuición, se dirige a Granada. Seguramente, al sentirse débil manda hacer su testamento, aunque éste no se redactó hasta meses después. A
mediados de noviembre, y enfermo en cama, se le informa del desastre papal
frente a las tropas francesas en Marignano, cerca de Milán. Pero, paradojas de
la vida, el éxito de Carlos V en Pavía diez años después se fundamentaría en
las reformas militares del Gran Capitán. seguir
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