La canonización de 1622, en que se inscribió en el catálogo de los santos a los beatos Isidro Labrador, Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Teresa de Jesús y Felipe Neri, fue memorable por diversas razones. Su gestación no fue sencilla. Paulo V había decidido canonizar al beato Isidro labrador, lo que asumió también su sucesor, Gregorio XV.
Las
fuertes presiones a las que fue sometido tanto por los monarcas católicos como
por las órdenes a las que pertenecían los nuevos santos, especialmente los
jesuitas, determinaron a corto plazo su canonización conjunta, agregándose
primero la beata Teresa, luego Ignacio de Loyola y Francisco Javier y,
finalmente, con el fin de evitar una ceremonia exclusivamente española, a
instancias de la propia Congregación, el beato Felipe Neri. Fuente
En esta fecha tan señalada se agradece el detalle.
ResponderEliminarPreciosos. Muchas Gracias José. Un enorme abrazo, Txaro