De la misma manera que tras la conquista cristiana de Zaragoza en 1118 por el rey Alfonso I, la Aljafería se convierte en palacio real, la mezquita mayor de Saraqusta, que a su vez había sido edificada sobre el foro romano, se consagra al culto cristiano como catedral bajo la advocación de San Salvador en su Epifanía, al existir ya un templo mozárabe no muy alejado dedicado a Santa María (actual basílica del Pilar).
No sería mucho después cuando se acometen las primeras obras en la mezquita en estilo románico, que a partir del siglo XIV se ampliarían y modificarían en estilos gótico y mudéjar, configurando primero una iglesia de tres naves, igual a la románica, a la que se añadirían en 1490 dos más en los laterales y otras dos transversales a los pies hacia 1549. A la vez se levantaba un primer cimborrio entre 1370 y 1412, se construía una nueva capilla mayor en 1447, y se rehacía aquél por haberse hundido hacia 1520. A este conjunto se fueron abriendo en el renacimiento y barroco capillas en la cabecera, laterales y a los pies; también se sustituyó la torre octogonal mudéjar por otra barroca en 1685. Finalmente, en 1764, Julián Yarza realiza la actual fachada principal supuesta en un plano más avanzado a la primitiva gótica. Seguir
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