Fue la segunda hija de una familia humilde de campesinos.
Apenas pudo ir unos años a la escuela, por lo que su formación la obtuvo de
forma autodidacta.
Por imposición se casó con Bonifacio Ba Cercé a los 18
años. Siete
años después, cansada de humillaciones y malos tratos huyó del hogar a
Barcelona, donde trabajó como sirvienta.
Regresó a Pozuelo de Aragón y con los ahorros que había
conseguido reunir se compró una máquina de hacer medias que le proporcionó una
forma de ganarse la vida.
Comenzó a escribir y envió un artículo al diario El País
de Madrid que le fue publicado. Empezó a estudiar magisterio. En 1914 se
presentó al examen con resultado negativo. Se instaló en Zaragoza
matriculándose en el turno nocturno de la Escuela de Artes y Oficios mientras
trabajaba cosiendo medias a máquina en su domicilio.
Pronto se convirtió en asidua colaboradora del semanario
republicano Ideal de Aragón, órgano de expresión del recién creado Partido
Republicano Autónomo Aragonés, donde escribió con el seudónimo Imperia. En 1917
trabajó como maestra no titulada durante unos meses en una escuela del caserío
de Mendiola en el valle navarro de Baztán, pero tuvo que abandonarlo por
problemas de salud. No obstante, tuvo tiempo de presentarse a los exámenes de la
Escuela de Magisterio de Pamplona en los que esta vez aprobó. Estuvo gravemente
enferma por la epidemia de gripe de 1918, permaneciendo en cama más de un año.
Trabajó de sirvienta en casa del suegro del político
republicano Venancio Sarría. Seguir
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