Creado en una época en la que los trenes eran tirados
por locomotoras de vapor, los vagones eran de madera y, además de
transportar viajeros, permitían llevar a Madrid rápidamente los productos de la
huerta ribereña (fresas y espárragos), de los que tomaría el
nombre Tren de la Fresa.
Según cuenta la leyenda, este tren llegaba hasta la misma
puerta de la residencia real y, según dicen, sus últimos metros eran de plata.
El Tren de la Fresa hoy
Actualmente, el Tren de la Fresa
entre Madrid y Aranjuez ofrece durante los meses de
primavera y otoño servicios los sábados, domingos y festivos. Se recrea el
viaje decimonónico con una locomotora de vapor Mikado (aunque ésta es
de mediados del siglo XX, de vapor pero de combustible líquido y no de carbón)
y vagones de madera, con azafatas vestidas de época que sirven productos
típicos de Aranjuez a los viajeros. El precio del billete incluye el viaje en
tren hasta Aranjuez, visita a la ciudad, al Palacio Real y
al Museo de Falúas, con todos los desplazamientos incluidos. Es una divertida
iniciativa turística ideal para el ocio familiar y para todo tipo de público,
que une el viaje en tren en los históricos coches de madera con la riqueza
arquitectónica, artística, paisajística, cultural y gastronómica de Aranjuez.
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